Concierto de Navidad

El Coro Estable de Tandil realizará el próximo sábado 17 de diciembre a las 19 su concierto de Navidad, en la cava del Parque del Bicentenario.

Como ya es habitual, el Coro cerrará el año con un concierto integrado por villancicos y canciones navideñas de diversas culturas y orígenes, siguiendo la tradición de cantar alrededor del Árbol en la Nochebuena.

El Coro Estable ha realizado este tipo de conciertos durante muchos años, con diversas modalidades. Fue organizador del ciclo “Los coros de Tandil le cantan a la Navidad” que se realizaba en la Iglesia del Sagrado Corazón, dos veces el espectáculo fue en el Calvario, también en los Jardines del Palacio Municipal.

Este año, la cita será en la cava del Parque del Bicentenario. La pared de piedra brindará un marco acústico agradable y será muy lindo compartir el atardecer con los amigos que siempre acompañan al coro, haciendo música en la naturaleza. El público deberá llevar sillas de camping o similares para disfrutar el concierto con más comodidad.

Entre las obras que se cantarán, están las tradicionales Adeste Fideles, Noche de Paz, es ist ein Ros entsprungen, las americanas White Christmas, Santa Claus is comin’ to town, Mary had a baby, Go tell it on the mountain y otras.

La tradición de las canciones de navidad se remonta a la Edad Media. Se trataba de canciones estróficas con un estribillo inicial y que se repetía después de cada estrofa. Los carols medievales podían ser acerca de cualquier tema, aunque la mayoría trataban de la Virgen o los Santos de la Navidad. En Inglaterra se llamaban carols, en Francia nöels, en España, villancicos. En América Latina el término villancico apareció por primera vez en 1539. Las grandes catedrales de México, Puebla, Lima, la Plata y Bogotá fueron centros de gran producción de villancicos. Muchos de ellos incluyen elementos de música popular o danzas de la época. Una gran escritora de textos para villancicos en el S. XVII, fue Sor Juana Inés de la Cruz, quien también se inspiró en fuentes anteriores a su época.

Michael Praetorius (1571 – 1621) fue prácticamente autodidacta, aunque de familia de músicos. Fue un Kantor luterano, dedicó su vida y su obra al servicio divino, especialmente con los himnos. Es el autor de Es ist ein Ros’ entsprungen

Ha brotado una rosa
de una raíz delicada,
como nos cantaron los antiguos,
de Jesús era la estirpe,
y produjo una florecita
en medio del frío invierno
hacia la mitad de la noche.

La rosita de la que hablo,
de ella dice Isaías,
sólo nos ha sido traída
por María, la doncella pura.
Por consejo eterno de Dios
ha dado a luz un Niño
hacia la mitad de la noche.


Josef, lieber Josef mein, de Erhard Bodenschatz (1576-1636), quien fuera pastor, compositor y editor de música.

José, querido José mío,
ayúdame a acunar a este pequeñito mío,
Dios será quien te lo pague,
en el reino celestial
del Hijo de la Virgen María

Eia, eia, ¡arre amorosa criaturita, arre, arre….!
La Virgen a Dios dio a luz,
por la clemente divina voluntad.

Cantad alegres y de buen ánimo,
alabad a Dios, el mayor bien,
quien hace tan grandes maravillas
y envía a su Hijo amado a la tierra.


El himno latino Adeste Fideles (“¡Venid, oh fieles!”) sólo data de los siglos XVII o XVIII y parece ser de origen francés, aunque la música sería británica. Existe en un manuscrito de 1746 en Irlanda y en otros posteriores conservados en instituciones católicas de Inglaterra. La traducción sería:

¡Venid aquí, oh fieles
alegres y triunfantes!
¡Venid, venid a Belén
a ver al Rey de los Ángeles!
Venid, adoremos al Señor.

Nacido Jesús en este día,
a Ti sea la gloria,
Padre Eterno,
en que el Verbo se hizo carne
Venid, adoremos al Señor.


Entre las canciones navideñas norteamericanas de la década del ’50, se destaca White Christmas, Navidad Blanca, compuesta para una película por Irving Berlin. El señor Berlin tuvo una vida de lo más interesante, ya que huyó de casa a los 14 años tras la muerte de su padre. Cantaba por unas monedas a la salida de los cabarets, se convirtió en chico del coro, promotor de canciones y mesero cantor. Aprendió solo a tocar el piano, comenzó a producir canciones escribiendo también el texto, hasta que saltó a la fama con Alexander's Ragtime Band en 1911.

Sueño con una navidad blanca
como las que viví,
donde las copas de los árboles refulgen
y los niños prestan atención
para escuchar las campanas del trineo en la nieve.

Sueño con una navidad blanca
con cada tarjeta que escribo:
Que tus días sean felices y brillantes,
y que todas tus Navidades sean blancas.



Santa Claus is comin’ to town. De Haven Gillespie y John Frederick Coots fue compuesta en 1932. Fue record en ventas, sólo superada por Rudolph y Navidad Blanca. Sin embargo, fue sólo cuestión de suerte y persistencia que fuera grabada. Tuvieron que pasar dos frustrantes años antes de que estos compositores consiguieran que alguien hiciera sus obras. Finalmente, el comediante Eddie Cantor la cantó en su show. No hace falta decir que la canción fue sumamente bien recibida y se ha convertido en una de los clásicos de la Navidad.

Acabo de regresar de un viaje encantador
a lo largo de la Vía Láctea.
Nos detuvimos en el Polo Norte
para pasar unas vacaciones.
Visitamos al querido Papá Noel
para ver lo que había,
y en secreto
nos llevó a su taller.

Así que, ten cuidado, no lloriquees,
no hagas pucheros! Te digo por qué:
Santa Claus viene a la ciudad.

Está haciendo una lista y la comprueba dos veces;
averigua quién es travieso y quién agradable.
Santa Claus viene a la ciudad.

Te ve cuando duermes,
sabe que cuando despiertas,
sabe si has sido bueno o malo
así que mejor sé bueno!!

Y la más tradicional de todas, Noche de paz, noche de amor (Stille Nacht, heilige Nacht). Fue compuesta originalmente en alemán por el sacerdote austríaco Joseph Mohr y el músico Franz Xaver Gruber. En la actualidad la melodía difiere levemente de la original de Gruber, particularmente en las notas finales. Fue interpretada por primera vez el 24 de diciembre de 1818 en la iglesia de San Nicolás de Oberndorf, Austria. La letra había sido compuesta en 1816 por Mohr, pero en la víspera de Navidad se la llevó a Gruber y le pidió que le hiciera una composición musical y un acompañamiento en guitarra para el servicio de la Iglesia. Una de las suposiciones es que el órgano de la Iglesia estaba roto y Mohr pidió a Franz Xaver Gruber que compusiera una canción que el coro pudiera cantar acompañado solo por la guitarra.

La difusión del villancico fuera del ámbito restringido de aquella población comenzó en 1833 gracias a un organista de Fügen en el Zillertal (Austria), de nombre Maurach. Cuando en ese año interpretó junto a otros músicos melodías tirolesas en Leipzig, esta canción fue la que atrajo el interés del público.

Se presume que el villancico ha sido traducido a más de 300 idiomas en todo el mundo y que es el más popular de todos los tiempos. La cifra puede ser superior, si se tiene en cuenta la acción de misioneros cristianos en los cinco continentes que lo han traducido a innumerables idiomas gracias a la facilidad de su interpretación, su brevedad y que puede ser cantado sin acompañamiento instrumental. Aunque el villancico fue escrito por católicos, ha tenido también un especial significado para la Iglesia Luterana.

La canción fue cantada simultáneamente en inglés y en alemán durante la Tregua de Navidad de 1914, al ser el único villancico conocido por los soldados de ambos frentes. Fue éxitosamente grabada por más de 300 artistas y muy particularmente célebre en versiones de Enya, Stevie Nicks, Bing Crosby y Mahalia Jackson, así como en las instrumentales de Mannheim Steamroller. Existen también versiones muy apreciadas de corales en todo el mundo, entre los cuales el célebre coro de los Niños Cantores de Viena.

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